Archive for septiembre 2010

THE CRANBERRIES: POP CON AROMA A TRÉBOL

28 septiembre 2010

Limerick, Irlanda 1990: los hermanos Noel (guitarra)y Mike Hogan (bajo) forman una banda llamada Cranberry Saw Us, a la que invitan al baterista Fergal Lawler. Tras la salida del vocal, acude al llamado una mujer que cambiaría el destino de la banda, quizá pensada en un inicio con un alcance local: tres años después ya estaban en las orejas de todo el mundo con su álbum debut Everybody Else Is Doing It, So Why Can´t We? (93), en el que se dejaba escuchar la entusiasta Dreams y la exitosa balada Linger, además de varios cortes que los emparentaban con The Sundays pero que contrastaban con el Grunge, el Britpop y con la explosión de la electrónica, tendencias dominantes en los circuitos musicales de aquellos años.
Pop con aroma céltico soportado por una guitarra melódica que por momentos se exalta con fuerte influencia de The Smiths, según se ha dicho; una aplicada base rítmica de entradas contundentes y, sobre todo, por la nutritiva vocal de Dolores O´Riordan, en la tesitura de Sinnead O´Connor, que igual expresa ciertas posturas políticas que sentimientos más vinculados a las relaciones personales. Antes de que la fama se subiera demasiado a la cabeza, el cuarteto presentó No Need To Argue (94) con una orientación ligeramente más roquera, expresada en el sencillo Zombie aunque manteniendo el sello de la casa, tal como se deja escuchar en la abridora Ode To My Family.
Tras este par de recordables álbumes, empezó la cuesta abajo… o arriba, según se quiera ver. Las intenciones solistas de la vocalista se mantenían presentes entre la necesidad de sacar un tercer disco, mismo que llegaría bajo el título de To The Faitfhful Departed (96) cuyas texturas más guitarreras no lograron llamara la atención de nuevos escuchas y tampoco terminaron por agradar a quienes esperaban una propuesta similar a sus obras precedentes. O’Riordan, ni tarda ni perezosa, grabó Are You Listening (97), su debut como solista que tuvo discreta repercusión.
Alrededor del fin e inicio del milenio, la banda grabó Bury the Hatchet (99) y Wake Up an Smell the Coffe (01) ambos con pinkfloydesca portada, con una clara intención por mirar atrás y con ciertos destellos de creatividad, no obstante insuficientes para volver a quedar arriba en la caprichosa rueda de la fortuna del mundo del rock; la aparición de Stars: The Best of 1992-2002 (02) indicaba una obligada pausa, rota por la aparición del segundo disco solista de Lolita, No Baggage (09) y por la reunión que los trae a nuestro País, sin disco nuevo bajo la chistera.

LOCO POR ELLA: MADRE SOLITARIA, PADRE POR DESCUBRIR

17 septiembre 2010

Decido ver la película de Speck y Gordon por tres motivos: se basa en Baster, cuento publicado en el New Yorker de Jeffrey Eugenides, autor de la sutilmente dolorosa Las vírgenes suicidas (93), después vuelta película por Sofia Coppola, y de la monumental Middlesex (02); en segundo lugar, por la presencia siempre confiable de Jason Bateman, actor capaz de moverse por los distintos rangos de la comedia y, en tercer término, por volver a ver a dos actores medio desaparecidos que siempre me parecieron poco aprovechados: Juliette Lewis y, sobre todo, Jeff Goldblum.
En contra estaba la presencia de Jennifer Aniston, empeñada en actuar de sí misma –mala señal si se habla más de tu vida personal que de las películas en las que actúas- y que con obras como Una buena chica (02) y Amigos con dinero (06), prometía mucho más de lo que hemos terminado por ver en cintas perfectamente olvidables como Mi novia Polly (04), Dicen por ahí… (05), Viviendo con mi ex (06), Un amor inesperado (09) o El cazarecompensas (10). La serie Friends terminó por pesar más de lo que debiera.
Con título en español de absoluto lugar común y sin tener que ver con la trama, Loco por ella (The Switch, EU, 10) es una comedia romántica en tensión: por una parte, respondiendo a las convenciones del género y por la otra, buscando mantenerse fiel a su origen literario. De hecho, la primera mitad más o menos lo consigue, justo hasta el cumpleaños que es donde termina el cuento de Eugenides, en el que también aparece un aborto y el protagonista es bastante más feo que Bateman; después, empiezan a predominar los clichés con triángulo amoroso incluido (Patrcik Wison es el donador vuelto tercero en discordia) y reconciliaciones improbables.
Temáticas como la búsqueda de la maternidad más pensando en evitar la soledad que en generar vida; las nociones darwinianas de la selección natural; la fecundación in vitro y la importancia del rol paterno, apenas se esbozan: de hecho, los mejores momentos del film transcurren en la relación que establecen padre e hijo, con diálogos sombríamente chispeantes y recordando a Un gran chico (Weitz, 02) basada en la novela de Nick Hornby.
Una película que optó por la convención a pesar de contar con la oportunidad de transitar un camino distinto, bien delineado por la fuente en la que se basa: seguramente le irá mejor en taquilla pero no resistirá demasiado el paso del tiempo.

ENTRE MONSTRUOS Y MENTIRAS

8 septiembre 2010

Un par de opciones en los videoclubes de la ciudad que dibujan mundos en apariencia fantásticos pero directamente conectados con realidades posibles, sobre todo aquellas que habitan en las mentes y que en cualquier momento se instalan en el mundo tangible. Ambas inadvertidas para nuestra cartelera. Veamos.
Con un notable guión estirado de David Eggers y Spike Jonze (¿Quieres ser John Malkovich?, 99; El ladrón de orquídeas, 02), quien también dirige esta fantasía demasiado cercana, Donde viven los monstruos (Where the Wild Things Are, EU, 09) es una obra que representa un inteligente traslado a la pantalla del brevísimo y famoso cuento sesentero de Maurice Sendack, con todo el trasfondo psicológico desplegado entre la inocencia a punto de extraviarse y el descubrimiento de mundos incivilizados más cercanos de lo pensado.
La mente de los niños es mucho más compleja de lo que los adultos podemos imaginar. Todo tipo de monstruos caben en ella: furia, necesidad de protección, egoísmo, reconciliación, depresión, exaltación, negatividad, calma… es un reino lleno de sentimientos encontrados que poco a poco van acomodándose y entendiéndose entre sí, en el mejor de los casos. Conforme pasa el tiempo, el asunto se puede ir complicando más allá de nuestra comprensión.
Logrados encuadres de emotiva plástica; música entre amable e histérica de Karen O; actuaciones monstruosas de reparto conocido y un trabajo artesanal que guía el apoyo digital para la creación de las diferentes botargas, se constituyen como elementos puntualmente amalgamados para seguirle la pista al siempre difícil proceso de crecimiento en el que está inmerso Max, entre la sensación de abandono y la necesidad del siempre agradecible abrazo materno, llegando justo cuando la aventura rebasa la posibilidad de autocontrol.
Por su parte, el director y comediante inglés Ricky Gervais (The Office, Extras, Cemetery Junction, 10) presenta La mentira original (The Invention of Lying, EU, 09), de atractiva premisa e hilarante, por momentos, desarrollo. En tono de comedia, la cinta explora cómo falsear la verdad “objetiva” puede ser una estrategia para encontrar no sólo un beneficio personal, sino para brindar cierta esperanza colectiva más allá de lo que sólo se alcanza a ver frente a las narices. La colorida fantasía se abre paso en medio de la grisura de la realidad, con todo y sus falsos profetas o los escépticos de siempre.

PANDA BEAR: CREATIVA FAUNA MUSICAL

1 septiembre 2010

Noah Lennox nació en Baltimore, creció en Pensilvania, estudió la universidad en Boston, ha vivido en Lisboa y se convirtió en artista en Nueva York, donde conoció a sus compinches de Animal Collective en el 2000, uno de los grupos esenciales del nuevo milenio ahora convertido en faro del rock actual, particularmente después de los espléndidos e innovadores Strawberry Jam (07) y Merriweather Post Pavilion (09), álbumes en los que una sicodelia postmilenaria se da la mano con un pop aventurero de largo alcance y con un folk enervado que no se detiene ante la posibilidad de explayarse en una polirritmia casi tribal.
Además de formar parte de Together y Jane, Lennox creó Panda Bear, banda cuyo nombre se le ocurrió a finales de los noventa motivado por el gusto de dibujar a esta salvaje bestia de apariencia amigable; tras su álbum debut homónimo grabado en 1998, regresó disfrazado de panda con Young Prayer (04), breve obra de nueve cortes sin títulos. Person Pitch (07), su tercera entrega vía este acoplado alterno, se convirtió en todo un fenómeno dentro de la escena; en contraste con su antecesor, acá los cortes son más prolongados y se articulan en capas sonoras que pueden traslaparse, fundirse o metamorfosearse en ricas perspectivas auditivas.
Comfy In Nautica, el corte abridor, recuerda mucho la estética de AC con esos ataques vocales entre festivos y ceremoniales y ritmos múltiples, mientras que Take Pills nos conduce a un encuentro con los Beach Boys en ese momento en el que la playa se convierte en un espacio indefinido entre la tierra y el mar: la sugerencia del título no deja lugar a dudas. Con todo y un ulular de búho y una guitarra sesentera que acompaña los viajes tranquilos sin demasiado movimiento, Bros apuesta por una constante rítmica que permite el juego de vocales, sonidos, ideas y ligeros cambios intensidad.
Im Not Good Girl navega entre olas de teclados y la más pura contención, en contraste con la pronta explosión de Carrots, extendido viaje por tupido bosque sonoro lleno de atractiva vegetación con buenas dosis de alucine, representadas por la característica yuxtaposición de sonidos de diversa índole; cierta calma vuelve con Search for Delicious mientras que Ponytail cierra con tal amabilidad que uno no tiene más remedio que volver a girar el plato. Aún sin llegar por estos lares, Tomboy (10) es la nueva apuesta de Lennox, quien nos invita a este viaje cuasiexperimental que inicia este viernes en el Polyforum Siqueiros del D.F. y que acabará cuando cada quien así lo decida.