Desde Atenas Georgia, tierra de B-52 y R. E. M, nos visita Of Montreal, grupo integrado en un inicio por el bajista Bryan Hellum (Elf Power) y el baterista/bajista Derek Almstead y comandados por el guitarrista y cantante Kevin Barnes, bautizando a la banda por una ruptura amorosa y departiendo con una sabrosa mezcla de electropop y punk aromatizado por un folk de reminiscencias sicodélicas. A lo largo de los años se ha tratado sobre todo de un proyecto personal que se nutre y modifica según los enfoques de los miembros que se van incorporando al viaje sonoro.
Debutaron con el efusivo Cherry Peel (1997), seguido muy pronto por el EP The Bird Who Continues to Eat the Rabbit’s Flower (1997), y ya con la inclusión de Dottie Alexander en teclados y Jamie Huggins en batería y sin Hellum, presentaron The Bedside Drama: A Petite Tragedy (1998), todavía en plan de ajustarse para el trabajo en equipo. Con el ingreso del multiinstrumentista A. C. Forrester, la banda se fortaleció y entregó The Gay Parade (1999), su primer gran disco que la puso en una frecuencia de mayor amplitud, sobre todo por el avance hacia la estructuración de un sonido plenamente identificable
El nivel se mantuvo en el tránsito del milenio con Coquelicto Asleep in the Poppies: A Variety Of Whimsical Verse (2001), Aldhis Arboretum (2002) y el integrativo If He Is Protecting Our Nation… Then Who Will Protect Big Oil, Our Children? (2003), retomando un EP y otras canciones aparecidas en el camino. Con nuevos cambios de alineación , entre los que destacó la entrada triunfal de Nina, reciente esposa del líder, entregaron el caleidoscópico Satanic Panic in the Attic (2004), quizá su obra más conocida y con la que rompieron en definitiva con las barreras de la localía, como si en efecto subieran al cuarto misterioso para exorcizar sus demonios indie.
Con un mayor énfasis en los teclados y un acento más cargado al tecno, grabaron Sunlandic Twins (2005), en tanto el oscuro Hissing Fauna, Are You Destroyer (2007) reflejó los difíciles momentos personales por los que atravesó la pareja titular y se volvió un álbum de referencia; Skeletal Lamping (2008) mostraba una búsqueda para ampliar géneros y estilo de elaboración armónica y después colaboraron con el mezclador Jon Brion. La tendencia hacia incorporar sonidos funkies se mantuvo en False Priest (2010), incluyendo la presencia de Janelle Monáe y Solange Knowles, y a para darle cabida a algunos cortes que quedaron fuera, integraron el EP thecontrollersphere (2011).
Remitiendo a los tiempos de separación marital, Barnes compuso Paralytic Stalks (2012), obra de aliento personal en el que igual cabían aromas de krautrock esquelético que ritmos fracturados de narcótica factura, reflejando las sensaciones personales. Este mismo año salió al mercado el compilatorio Daughter of Cloud (2012), compuesto por rarezas, lados B y canciones que habían quedado fuera durante las grabaciones de años anteriores. De aliento setentero y con ánimos renovados, Lousy With Sylvianbriar (2013) se emparentó con el rock característico de aquellos años, mientras que Aureate Gloom (2015) volvía sobre el tema de su ruptura en un contexto salpicado de punk neoyorquino.
Apareció Snare Lustrous Doomings (2015), prolongado disco que capturó a la banda en vivo, ya con alineación diferente, seguido de Innocence Reaches (2016), enclavado en una estética veraniega por momentos recordando a T. Rex y volviendo a ciertos tonos luminosos, y del EP Rune Husk (2017) de clara influencia bowiana. Siguiendo con la vertiente que parece llevarlos de regreso a sus orígenes synthpoperos, presentaron White Is Relic/Irrealis Mood (2018), como para tratar de alejar los nubarrones de la depresión a punta de mezclas efervescentes, listas para empujarnos directo a la pista de baile y, de paso, transportarnos por distintas épocas en las que la electrónica se ha apoderado de las celebraciones en el mundo, Montreal incluido.