Archive for marzo 2010

CHICK COREA & GARY BURTON: CÓMPLICES PERCUSIVOS

29 marzo 2010

Músicos de excepción desde hace medio siglo en el panorama del jazz. El piano de uno y el vibráfono del otro se imbrican cual urdimbre y estambre para regalarnos tapetes sonoros de vivaz colorido e intrincado diseño y exquisita textura. Son mucho más que dos, como diría Benedetti: un par de contemporáneos nacidos a principios de los cuarenta cuyo proceso comunicativo parece no tener rupturas. Dios los hace y ellos no sólo se juntan, sino construyen sonoridades inspiradoras.
Ya sean solos o bien acompañados por orquestas o formaciones o cuartetos, este par de veteranos con espíritu aún explorador cuentan con un trayecto que justifica unirse a sus aventuras, como la que han emprendido recientemente con el doble New Crystal Silence (07), grabado en vivo en Sydney, tanto con la sinfónica de aquella ciudad que mira a la inmensidad, como en formato de dueto. Se trata de una deliciosa conmemoración del clásico álbum que juntos realizaran en 1972 y que los ha puesto dando una vuelta al mundo en más de ochenta días.
Uno de los vértices de la triada pianística junto a Herbie Hancock y Keith Jarret, Chick Corea ha resultado ser un viajero frecuente por las posibilidades estilísticas que ofrece el jazz y sus contornos: su paso junto a Miles Davis y el despertar en la década de los sesenta con la sombra de Horace Silver; el avant garde y free jazz en los 70´s, con todo y la influencia de Bártok; su famosa Elektric Band ochentera mirando al rock; recientemente, sus lances en solitario más cercanos al clasicismo jazzero, aún con escapadas a otras músicas que suenan en el mundo.
Por su parte, Gary Burton es el vibrafonista más reconocido en el panorama del jazz, junto a Bobby Hutcherson; su limpieza técnica y la capacidad para sumar acordes como si dos intérpretes se tratara, han provocado que grandes músicos lo requieran para sus grabaciones, además de regalarnos algunas joyas auditivas que nos ponen en estados de saludable relajación, cuando él toma el mando de la telaraña onírica que provocan los tonos de su vibráfono.
Su larga amistad ha rendido jugosos frutos de sabores diversos: Duet (79), contenedor de clásicos como La fiesta y Duet Suit; un disco grabado durante un concierto en Zurich (80), que nos da una buena idea de lo que son capaces de hacer en vivo; Lyric Suite for Sextet (83) en el que se dejan acompañar por un conjunto de cuerdas, y el deslumbrante Native Sense (97), de atmósfera expansiva.
Instrumentos percusivos recorridos en sus diversas formas y variantes a partir de una absoluta complicidad que desplegarán su magia interactiva el lunes en el D.F. y el martes en Zacatecas.

DETECTIVES: REDENCIONES SUGERIDAS

29 marzo 2010

Un par de ejecutores de la ley envueltos en situaciones que parecen rebasarlos continuamente, ya sea por las conspiraciones a su alrededor o por sus propias angustias existenciales: mientras que uno ostenta una trayectoria intachable, el otro no deja de tener cola que le pisen y, contra lo que se podrías suponer, ha dejado de sentir culpa: ni su adicción parece representar un problema más allá de conseguir su satisfacción.
En el primer caso, los demonios toman forma de recuerdos, particularmente de la convivencia con su pequeña hija; en el segundo, la presencia de reptiles entre alucinados y reales se manifiesta justo en momentos definitorios. Detectives
Los contextos: Boston, ciudad donde todo está prohibido, a decir de uno de los personajes y Nueva Orleans, justo después de la devastación provocada por Katrina, y en la que todo está permitido, hasta que a alguien deja de convenirle. En la ciudad norteña, el detective se ve envuelto en un drama que va de la pérdida de su hija a una conflagración empresarial de proporciones nucleares; en la devastada capital del jazz, el “representante” de la ley se ve atrapado, aunque se mueve como víbora en el agua, entre pugnas de bandas locales y un asesinato por esclarecer.
Basada en la serie televisiva escrita por Troy Kennedy Martin, con guión de la dupla Monahan (Infiltrados) / Bovell, y dirigida por Martin Campbell, resucitador de la saga 007, Al filo de la oscuridad (Edge of Darkness, EU, 09) se sustenta en la conocida premisa del padre que busca justicia contra el propio sistema y la lleva al terreno, ahora muy en boga, de la crítica a las grandes empresas vueltas el nuevo blanco de las culpas planetarias, siempre en complicidad con funcionarios corruptos.
Con Mel Gibson reapareciendo como lo conocimos, un enigmático Ray Winstone y un logradamente insufrible Danny Huston, ambos dándole vitalidad al desarrollo argumental, el film consigue involucrar y destacar ante el cúmulo de cintas de venganza cual falso camino a la redención, gracias a la inserción de inteligentes diálogos y contenida acción. Lo que vale es el reencuentro, aunque no sea como uno se lo podría imaginar.
Por su parte, el maestro alemán Werner Herzog presenta Enemigo interno (Bad Lieutenant, EU, 09), homónimo del filme de Abel Ferrara de 1992, aunque con una perspectiva distinta acerca de la posibilidad de redimirse: queda claro que la transformación personal es posible pero sólo en algunos casos es permanente o genuina. De cualquier forma, vivo o muerto parece que siempre será demasiado tarde para encontrar el perdón… o muy pronto.
Nicolas Cage encarna al detective en apuros, en su mayoría generados por él mismo, y se deja dirigir, condición necesaria para que resulte creíble; el personaje de Eva Mendes, por su parte, simboliza esa poco frecuente capacidad para escuchar el llamado de donde menos se espera para cambiar la vida de manera radical, a pesar de que los reptiles se nieguen a desaparecer del todo. Total, las condecoraciones siguen fluyendo.

ALICIA Y TIM: REGRESO A CASA

22 marzo 2010

Era cuestión de tiempo para que los clásicos escritos de Lewis Carroll entroncaran con la imaginería visual del recreador de seres extraviados en mundos incomprensibles como Pee-Wee, el joven manos de tijera, Beetlejuice, Batman y enemigos, Ed Wood, Edward Bloom de El gran pez, la novia y su cadáver y Sweeney Todd, por mencionar algunos. A esta galería se suma Alicia, personaje seminal de la literatura e inspirador de múltiples películas notables, como El viaje de Chihiro (Miyazaki, 01).
Alicia en el País de las maravillas (EU, 10) es la decimocuarta entrega de la filmografía burtoniana y representa una mirada actualizada al viaje de la joven por el mundo de sus sueños, a punto de iniciar su tercera década de vida. Para encontrar razones de vida y luchar por ellas, inmiscuirse en el propio subconsciente no parece tan mala idea: es necesario adecuar la talla según la ocasión y no menospreciar la locura, al contrario, puede ser una condición muy útil en tiempos de confusión onírica.
El fuerte tono surrealista de los textos originales se logra capturar mejor desde el diseño de arte, maquillaje incluido, que desde el argumento, mismo que sostiene una ágil narrativa de pronto cayendo en esquemas de cierto convencionalismo maniqueo. Parte de esa emoción genuina se fortifica a partir del score de Danny Elfman, nutritivo en cuerdas dinamizantes de las secuencias de acción y tenebroso cuando el suspense lo amerita. Y parte de dicha emoción disminuye cuando aparece el reino blanco, simbolizando el rasgo bondadoso incapaz de hacerle daño a cualquier ser viviente.
Con un mayor protagonismo del sombrerero (Johnny Deep, entre Willy Wonka y Jack Sparrow) y una deliciosa sobreactuación de Helena Bonham Carter secundada por Crispin Glover y Matt Lucas encarnando a los redondos gemelos, el cuadro de personajes –notable el componente animal- se pasea por absorbentes escenografías que saltan discretamente en 3-D. Un buen trabajo de casting, eso sí, para elegir a Mia Wasikowska y a las voces inglesas de las distintas criaturas.
En el regreso a la casa que lo vio nacer, artísticamente hablando, Tim Burton aprovecha con astucia los recursos puestos a su disposición, construyendo un sólido y elusivo mundo paralelo, entre oscuros y dulces sueños, en los que Alicia se redescubre al borde de transitar hacia una vida adulta preestablecida por las estructuras sociales y su propia situación familiar: mejor un onirismo desbocado.
Se advierte, no obstante, cierta tensión entre la acostumbrada mirada del director y las exigencias habituales de la casa productora: sabemos que los escritos de Carroll tienen fuertes subtextos de índole psicológico bien conocidos por Burton, que enturbiarían de más, de acuerdo a la mirada de Disney, una película enfocada a toda la familia. El reto, conseguido en lo general, se planteaba como la producción de una cinta que pudiera atraer a todo público, manteniendo la clasificación A.
Para Tim y Alicia el regreso a casa no ha sido del todo fácil: las convenciones no siempre concuerdan con sus propias perspectivas aunque siempre hay alguien, tanto en el estudio como en el entorno familiar, que sepa correr el riesgo.

CAETANO VELOSO: DEL SUSURRO AL ESTRUENDO EMOCIONAL

20 marzo 2010

Voz imprescindible de inabarcable sincretismo musical que igual viaja del pop avant garde a la tradición más localista y de la reinterpretación de clásicos roqueros a composiciones que exudan sabor carioca. Personaje central del movimiento musical y cultural conocido como Tropicalismo, iniciado hacia la segunda mitad de los sesenta y en el que se dieron la mano el rock, la psicodelia y diversos sonidos brasileños en especial de Bahía (canibalismo le llamaban), fue rechazado por la izquierda bienpensante -dado su gusto por el rock-, y por la dictadura militar que lo llevó al exilio en Londres, tras estar en prisión dos meses junto a Gilberto Gil.
Con un canto capaz de ponerte los pelos de punta (como al personaje de Hable con ella de Almodóvar), combinar explosiones sonoras cargadas de nervio o trasladarte por los más plácidos rincones del laberinto auditivo vía susurros hipnóticos, el admirador del cine italiano de la época propia del realismo y los años subsiguientes, gusta de tomar prestados poemas y desgranar los propios como si formaran parte de una misma naturaleza.
Su homónimo debut solista aparecería en 1968, tras haber firmado el clásico Tropicalia: Ou Panis Et Circensis (68), participar en la banda Os Mutantes y grabar Domingo (67) junto a Gal Costa. Con su famoso Prohibido Prohibir como estela, presentó otro par de discos homónimos en 1969 y 1971 para grabar, una vez que había regresado de su exilio cargado con influencias de movimientos artísticos de vanguardia, Transa y Araca Azul (72) con todo y la poesía concreta de Augusto de Campos, además de algunos trabajos en vivo.
Vendrían Qualquer cosa (75) y Joia (75), ambos cercanos a un tono dylaniano y éste último, uno de los favoritos del músico. Le seguiría Os Doces Barbaros (76), que mereció un documental titulado Los otros bárbaros (Waddington, 02) en el que se articulan los ensayos, las ruedas de prensa y los conciertos en Ibirapuera y Copacabana que brindaron Caetano Veloso, Gilberto Gil, Gal Costa y Maria Bethânia, cuando eran considerados por una parte de la crítica como provincianos invasores, de ahí el título que recuerda el viejo sofisma que plantea que el bárbaro siempre será el otro y el civilizado yo. A caballo entre el festejo y la nostalgia.
Con Muitos Carnavais (77) volvía a poner pie en los festivales de Río de Janeiro; Bicho (77) lanzaba el puente hacia África; Muito (78), significaría un acercamiento del músico a las manifestaciones brasileñas más allá de la región de Bahía y Cinema Transcendental (79) se sumaba a la transformación fílmica brasileña desde Rocha hasta las propuestas de aquel momento. Como artista total, ha escrito música para cine, dirigió una película (O Cinema Falado) y considera tener más talento para este asunto de las imágenes que para la música, aunque también se le da la escritura, claramente reflejada en sus letras, superiores en general que sus composiciones.

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Los años ochenta arrancaron con Brasil (81) grabado junto a sus compinches Gilberto/Gil y con su querida hermana Maria Bethânia; discurrieron el muy vendido Outras Palabras (81); Cores, Nomes (82); Uns (83); el político Velo (84) que no era ajeno al movimiento hipopero; Caetanear (85), Bethânia, Mano Caetano E Amigos (85), Caetano Veloso (86) con la versión de Billy Jean ejemplificando la idea de “tragar de todo y jamás dejar de ser brasileño” y otro disco homónimo en 1987, con salpicadas de la música del nordeste.
Y de ahí nos vamos al downtown neoyorquino con invitados de lujo en las guitarras –Arto Lindsay, Bill Frisell y Marc Ribot- para encontrarnos con el espléndido Estrangeiro (89), un disco “árido pero tierno, de herméticas instrumentaciones y cariñosas miniaturas… un equilibrio ejemplar entre la música popular brasileña y los sonidos urbanos, entre poesía autóctona y ese desengaño que contempló mejor que nadie su célebre frase: Me siento extranjero aquí y extraño en el extranjero (César Estabiel en Los mejores 200 discos del siglo XX, Rockdelux, octubre 2002).
Esta nueva aventura experimental supuso una apertura de miras (por si hiciera falta) que se vio reflejado en el sólido Circulado (91) y en la secuela de Tropicalia (93). Tras Fina Estampa (94) con la presencia de Agustín Lara, aparecieron los percusivos Livro (98), Prenda Minha (99) y Noites Do Norte (00), digna manifestación para el cambio de siglo, intercalados por obras en vivo, el homenaje a Fellini y a su músico de cabecera Nino Rota titulado Omaggio a Federico E Guilietta (99) y Orfeo (99) firmado junto a otros, al igual que Eu nao peco desculpa (02) grabado con Jorge Maitner.
A Foreign Sound (04) invita a departir a grandes estandars (Cole Porter, Duke Ellington, los Gershwing, Irving Berlin) con personajes tan parecidos y tan distintos como Bob Dylan, Arto Lindsay, Kurt Cobain, Paul Anka y Stevie Wonder, entre otros. Cual estupendo anfitrión, Veloso pone a conversar a todos en un diverso y exquisito intercambio de visiones musicales, tamizadas por el cantante.
Manteniendo consistencia en su producción durante los noventa, estamos de vuelta a terrenos más roqueros y electrónicos con Cê (06), álbum que pareciera regresar a juventudes agitadas, tal como ha sido el sello de la casa y que ahora, en formato de cuarteto, continúa con el recién sacado del horno Zii E Zie (09), cimentado en una samba electrificada con pasajes de calma irrumpidos por una guitarra sorpresiva.
Un artista tan grande y diverso como su país de origen: se presentó el viernes en el Auditorio Nacional del D.F. y hará lo propio en el Teatro Diana de Guadalajara el lunes 22.

BOREDOMS Y KK NULL: APOLOGÍA DEL RUIDO DESDE UNA MIRADA RASGADA

17 marzo 2010

Si a la música, en su definición más amplia, la consideramos como la combinación de sonidos y silencios, entonces el abanico se abre más allá de la armonía, la melodía y el ritmo: el ruido aparece como un elemento que ha desatado interesantes polémica acerca de su relación con esta arte. Es donde la experimentación sonora entra en juego para poner el énfasis en elementos distintos a los habituales, como la ruptura, el caos, la distorsión y la alteración de secuencias.
En este universo donde el ruido se convierte en materia prima esencial, podemos ubicar a los japoneses de Boredoms, como parte de una larga tradición nipona de búsquedas auditivas: con desfachatez, la banda mixta originaria de Osaka y formada a mediados de los ochenta, ha edificado todo un complejo artístico a partir de la saturación y la manipulación, dejando muy poco espacio al silencio y a la lógica reconocible de la composición.
Guitarras y sintetizadores en absoluto y aparente descontrol, soportados por una inquietante base rítmica, se entrelazan con vocales ininteligibles –incluso para sus compatriotas- que despuntan sobre ruidosos artefactos de todo tipo, creando una jungla de tupida vegetación cuyo tránsito lo deja a uno más o menos perturbado pero eso sí, satisfecho y pleno de exploración auditiva y disrupción perceptiva.
Gracias a su colaboración con el patriarca John Zorn, empezaron a saltar de la pequeña gran isla para darse a conocer en Estados Unidos hacia principios de los noventa con Wow 2 (92) y Pop Tatari (93), quizá su obra emblemática. Famosas son sus series de discos titulados Super Roots y Rebore, numeradas a capricho. Para cuando queramos poner a prueba nuestras orejas con un sentido lúdico-agresivo.
Más o menos por los mismos terrenos minados camina el multiinstrumentista KK Null (Tokio, 1961), quien se presentara en sociedad con Sonicfuck U.S.A. (90), álbum en vivo que pronto obtuvo amplio reconocimiento entre los experimentalistas milenarios de los cuales ya forma parte central, gracias a trabajos como Terminal Beach (96), New Kind of Water (96), Transgenic Nomad (01) y Number One (05), inquietante rompecabezas formado por piezas entre atmosféricas y cavernosas que igual alojan cantos de pájaros que despiadados ataques electrónicos.
Boredoms y KK Null se presentan este sábado 20 de marzo en el marco del Festival de la Ciudad de México dentro del programa Radar. Para experimentar cómo el desasosiego se cuela por las orejas.

AMORES PENDULARES

8 marzo 2010

Coincidencias románticas que se resisten a presentarse, ya sea en tono de drama y de comedia independiente: afectos que van de un extremo a otro y en cuyo trayecto apenas se advierte alguna posibilidad.

AMANTES: BIPOLARIDAD AFECTIVA
Buscar la relación conflictiva antes que la seguridad de sentirse amado: más la intensidad romántica, aunque riesgosa, que el equilibrio emocional y la estabilidad de pareja. Más allá de un masoquismo de manual, aventurarse a la exploración de un campo minado que promete felicidad en grado superlativo, y no aquélla que da una constancia sin demasiado fondo. Apostar a la opción menos probable y más peligrosa, ya no como alternativa, sino como forma de vida, aunque el corazón se mantenga en vilo.
Con un sólido trazo de personajes, James Gray (Furia de perros, 94; La traición, 00; Dueños de la noche, 07) consigue plantear algunas de las complejidades implícitas en las relaciones amorosas, construyendo cadenas de fuertes eslabones siempre al borde: una hija de familia judía con muchos pretendientes (Vinessa Shaw) opta por un hombre bipolar con reciente pasado traumático (Joaquin Phoenix, estupendo); éste, a su vez, se focaliza en una mujer con problemas de drogas y angustia existencial (Gwyneth Paltrow) quien, del mismo modo, está enamorada de un hombre casado y con un hijo (Elias Koteas), y así hasta el infinito de la escisión sentimental.
En amantes (Two Lovers, EU, 08) un hombre atrapado por enfáticos encuadres en los que aparece solo, en actitud de espera constante; fotógrafo de vocación pero de regreso al hogar paterno, sobrevive a sí mismo entregando la ropa de la tintorería y sumergiéndose en el río para intentar, si acaso, desaparecer del mundo sin dejar espacio para la tragedia. En simultáneo, como suele suceder, dos mujeres aparecen en su vida: baila, bromea, sonríe, observa… y entra en un proceso de toma de decisión al límite de su propia cordura.
Tomas contextuales de la gran ciudad que se entremezclan con una cámara nerviosa; un preciso juego de perspectivas, sobre todo en la comunicación de ventana a ventana y discreta inserción de música diversa a tono con el estado emocional de la historia, permiten ahondar en el centro del relato mismo: ahí está la mirada de la madre cómplice y al fin sabia (Isabella Rossellini, exacta en la brevedad) que se combina con la fuerza de un mar que no admite otra ruptura, escupiendo al hombre indeciso rumbo al aprecio de lo que se tiene, dejando el lamento por lo que se fue.

500 DÍAS CON ELLA: CÓMO PASAR DEL VERANO AL OTOÑO SIN QUE SE TE ROMPA EL CORAZÓN
En justo tono agridulce, la comedia con salpicadas de drama que mira con respeto la genialidad de Manhattan (Allen, 79), se instala, como bien se ha dicho, en ciertos terrenos del postmodernismo afectivo en los que Marc Webb coloca a dos seres divergentes que convergen casuísticamente con la esperanza de que, algún día y por arte de la propia coincidencia, empaten corazones y perspectivas para un futuro con alto grado de incertidumbre.
500 días con ella (500 Days of Summer, EU, 09) se despliega con base en una narrativa tan caprichosa como la protagonista, contando el número de días anunciado en el título que dura una relación zigzagueante, rompiendo el orden cronológico pero describiendo con puntual detalle cómo un joven arquitecto en potencia (Joseph Gordon-Levitt), actual escritor de tarjetas de felicitación y demás, vive la ruptura constante de su corazón al entrar en el terreno del enamoramiento con la asistente del jefe, una desenfadada chica que no parece mostrar interés por el compromiso (Zooey Deschanel, asumida como nueva princesita indie), aunque sí por los juegos de enamorados y la música de los Smiths y Belle & Sebastian, como para dejar claro el espíritu independiente de la propuesta.
Con explicativos cartones de los días, más o menos nublados según el episodio que se desarrollará en seguida, seguimos con ingeniosas inserciones de musical, sello de la casa del director dada su experiencia en la confección de videoclips, o pequeñas secuencias del estado anímico contrastante del cándido enamorado desgañitándose en el karaoke, a una pareja que parece nunca afianzarse, jugando en las tiendas departamentales a ser lo que nunca será y generando expectativas contrastantes con la realidad, con todo y pantalla dividida. Mejor poner la mirada en la caída de las hojas: el otoño.

OSCAR 2010: DE PANDORA A LA ZONA DE MIEDO

7 marzo 2010

De pronto se le desprecia mucho o se le sobrevalora. Creo que hay que verlo como una fiesta de la Academia estadounidense para sí misma que puede resultar más o menos divertida. No es el canon del cine contemporáneo ni una mera celebración de la banalidad: como en Hollywood, cabe de todo y para muestra las nominaciones de este año, que colocan a dos cintas contrastantes como punteras, justo de lo que se puede producir en ese valle de sombras cuyo letrero ahora está en disputa.
Zona de miedo representa el prestigio artístico para las nominaciones: deberá ganar el premio a mejor película, dirección (la férrea Bigelow), edición y guión original, en donde los Coen se erigen como la otra opción. Avatar, entonces, se quedaría con reconocimientos más tendientes al apartado técnico en lo visual (efectos) y en lo sonoro (sonido, edición de sonido y banda sonora); su premio más importante sería el de fotografía y probablemente el de dirección artística.
Quizá la categoría más pareja es la de guión adaptado porque ninguno desmerece: quizá se lo lleve Amor sin escalas, aunque Distrito 9 y Enseñanza de vida pueden dar relativa sorpresa. En las actuaciones, parece que Jeff Bridges, Sandra Bullock (no es broma), Christoph Waltz y Mo’Nique van como favoritos. Puede ser que el gran veterano Christopher Plummer podría recibir un merecido reconocimiento o la potente actuación de Harrelson. Sería curioso ver a la miss simpatía ganarle a tótems de la actuación como Meryl Streep o Helen Mirren.
Randy Newman, para variar, puede ganar otro premio por mejor canción, aunque ahí está la dupla de Bingham y T-Bone Burnett para ponerle emoción al asunto.; por no dejar, Coco Before Chanel podría ganar a mejor vestuario, faltaba más. Food Inc. (que recién vimos en la gira Ambulante) suena como mejor documental largo, mientras que Rabbit á La Berlin como corto; en la categoría de ficción corta puede ser el elegido The New Tenants.
La película extranjera que se apunta es El listón blanco del gran maestro austriaco Michael Haneke, mientras que Up se anota como mejor animada, aunque Coraline y el Fantástico Sr. Fox serían dignas ganadoras. El corto animado debería quedar en manos de French Roast, aunque la presencia de los conocidos Wallace & Gromit puede pesar. Star Trek, un cuanto tanto ninguneada, quizá se lleve el de maquillaje.
¿Ausencias? Donde viven los monstruos, 500 días con ella, Invictus, La carretera, A Single Man, Moon y The Messenger, por mencionar sólo algunas. Claro que también hay presencias cuestionables, como el exceso de nominaciones para Avatar y Un sueño posible en la categoría de mejor película.
Un día antes se entregan los razzies o frambuesa de oro a lo peorcito: ahí puede ganar (es un decir) Transformers 2 y su director Michael Bay; la misma Sandra Bullock, paradójicamente, por Alocada obsesión, y los Jonas Brothers. Luna nueva, G.I. Joe, La pantera rosa 2, Par de colmilludos y Tierra perdida, que no era tan mala con todo y sus curiosos alucines. En fin, ya veremos qué sucede.
Esperemos que las nominaciones sirvan para que las cintas alcancen una mayor distribución y no sólo sean curiosidad de temporada.