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MIRADAS DESDE LA EXPERIENCIA

17 julio 2011

Películas que enfatizan la importancia de la presencia de mujeres y hombres que aportan perspectivas frescas o renovadoras a las diversas situaciones que se plantean. Disponibles en los videoclubes de la ciudad.

1. Dirigida por el siberiano Aleksandr Sokúrov, conocido acá sobre todo por El arca rusa (02), brillante ejercicio sin edición, Aleksandra (Rusia-Francia, 07) es una pausada mirada que una anciana deposita en en un campamento militar en Chechenia, mientras visita a su nieto: asiste a las rutinas de los soldados jóvenes casi niños y se da tiempo para soltar algunas reflexiones al respecto, sobre todo en cuanto al sentido de estar haciendo maniobras más enfocadas a destruir no construir.
Como en Madre e hijo (97), los acontecimientos parecen detenerse para dar pie a los pensamientos y motivaciones de los personajes, entre los que se incluyen los pobladores de alrededor y quienes acompañan a la anciana en su trayecto para poder estar unos días con su querido nieto, tratando de hacer Un buen trabajo (Denis, 99). Con tonalidades sepia y una fotografía hermosamente polvosa, se desdobla este encuentro de mundos distintos en lógicas y tiempos, pero al fin unidos por la familiaridad intergeneracional.

2. Dirigida con un pie en la comedia y el otro en el drama social por el rumano Radu Mihaileanu (El tren de la vida, 99; Camina sin mí, 05), El gran concierto (Le Concert, coproducción, 09) es una sátira política con trasfondo humano, en la que se aprovecha una premisa muy bien urdida para crear una emotiva cinta acerca de las segundas oportunidades, aún en contextos que parecen diseñados para que cada quien se quede en el sitio que se le ha asignado. Una mirada a la Rusia post soviética aún resintiendo los autoritarismos sello de la casa, con Tchaikovsky elevándose de toda postura oficialista.
En la línea de La visita de la banda, la cinta sigue a un director vuelto conserje (Aleksey Guskov) que se roba una invitación dirigida a la actual orquesta del Bolshoi, que él dirigió hace años, para tomar su antiguo papel con el resto de sus colegas, ahora dedicados a todo menos la música. El divertido proceso de reintegración de la orquesta y las peripecias para poder estar en la cita culminante, se convierten en una adecuada materia para desglosar eventos muy propios de la comedia de situaciones.
La inserción del personaje de la violinista (Mélanie Laurent), así como de la esposa del director, el ex-responsable aún en discursos partidarios y el colega siempre apoyador, le dan versatilidad los logrados pasajes tanto de humor como genuina emoción, hace olvidar las licencias que se toma el argumento, la exagerada necesidad de hacernos sentir bien, algunas resoluciones arbitrarias y ciertos saltos en la narrativa que pueden romper con la secuencialidad de la narración.

3. Dirigida por Robert Benton (Kramer vs. Kramer, 79), Golpe de amor (Feast of Love, 07) intenta ser una película coral que busca explicaciones acerca de las conductas cuando llega ese invitado inesperado, no siempre oportuno, que nos coloca en situaciones que nunca habíamos ni siquiera posibilitado. Aunque sepamos lo que está por suceder, igual nos enamoramos, estado que implicaría, según el caso, darle la libertad a los demás para decidir.
Con actuaciones convincentes de Morgan Freeman, Radha Mitchell, Greg Kinnear, Billy Burke y Selma Blair, se despliegan algunas reflexiones un poco forzadas sobre las idas y vueltas del amor y el sexo, desprendidas a partir de la observación de un viejo que parece haberlo vivido todo, excepto el autoperdón.

4. Dirigida por el español Álex de la Iglesia (El día de la bestia, 95; La comunidad, 00; Crimen Ferpecto, 04), Extraños crímenes de Oxford (Oxford Murders, 08) es un juego fílmico que combina lances detectivescos con lógica matemática y derivaciones de Wittgenstein, escribiendo en la misma línea de fuego. Si la combinación suena interesante, el resultado no lo es tanto, dada la artificialidad que se respira a lo largo de toda la cinta. No obstante, las actuaciones y ciertos episodios bien logrados de intriga, le brindan al film un indudable interés que logra capturar nuestra atención.
Un viejo profesor y un alumno parecen unirse para identificar a un asesino: de aquí, podemos sumirnos en un laberinto de pistas falsas y personajes sospechosos. La intención de retar nuestra inteligencia y nuestra atención en los detalles, así como en el proceso de deducción, se mantienen a flote en esta cinta que puede ser útil más como un trabajo intelectual que como un momento de apreciación artística: claro, lo ideal es que se puedan combinar ambas vertientes.